Paseo 04
Santa Cruz – San Felipe
«de una serenidad y de una sobriedad tan maravillosas que desde niño he soñado con poder un día vivir allí”
Salimos de la plaza Santa Cruz en dirección a Espoz y Mina. Frente a nosotros se alza el palacio de los Pardo, uno de los pocos ejemplos gótico renacentistas que se salvaron del desastre de Los Sitios. La belleza de sus elementos arquitectónicos y su estructura nos ayudan a conocer cómo eran los palacios aragoneses que tanto abundaron en la ciudad. El edificio es en la actualidad sede del Museo Goya siendo su visita sea obligada para todos aquellos que quieran conocer la obra del pintor.
Por esta misma calle saldremos a la de Alfonso, una de las más conocidas de la ciudad. Es una calle recta que anuncia durante todo su paseo el Templo del Pilar, aunque nosotros le daremos la espalda y buscaremos la calle Fuenclara, a la que da nombre el palacio de mismo nombre y su bello artesonado, y la puerta de la antigua librería Libros «en la cual hemos aprendido a “leer” y a ver pintura casi todos los criados en la miserable posguerra hispana». Girando a la derecha nos reciben las columnas salomónicas de la iglesia San Felipe, que da nombre a la plaza. Este acogedor espacio albergó un día la Torre Nueva, una víctima más de la piqueta. Alrededor de ella se levantaban el Torreón y Casa de Fortea, y el Palacio de los Argillo, hoy Museo Pablo Gargallo, cuya fachada vigilan dos atletas olímpicos.